Resurfacing Mask - Mascarilla iluminadora

Contiene exfoliantes BHA (beta hidroxiácidos), este tipo de ácidos actúan en la superficie de la piel y dentro del poro; son solubles en aceite, por lo que están recomendados para pieles de normales a grasas y/o propensas a imperfecciones y poros dilatados. Los BHA del ácido salicílico procedentes de la corteza de sauce blanco tienen propiedades naturales calmantes para la piel, por lo que son suficientemente suaves para pieles sensibles y propensas al enrojecimiento. Las enzimas de la granada degradan lentamente las células muertas e incrementar la renovación celular de la piel. Rica en oligoelementos, la arcilla rosa francesa promueve la circulación, absorbe el exceso de grasa y las toxinas y limpia profundamente el poro.

Aplica la mascarilla durante 2-3 días seguidos, luego reduce la aplicación a 1-2 veces por semana para una piel más suave y brillante. Aplica una capa gruesa sobre la cara, el cuello y escote. Déjala actuar de 15 a 30 minutos, enjuaga con agua tibia. Si tu piel es muy sensible déjala actuar solo 10 minutos. Para un tratamiento extra glow, aplica una capa gruesa del limpiador Regenerating Cleanser sobre la piel seca, masajea y no lo retires. A continuación aplica otra capa de Resurfacing Mask y deja actuar de 5 a 10 minutos. Enjuaga con un masaje circular. Este tratamiento contribuye a una exfoliación completa de la piel gracias a las enzimas activas del limpiador y a los extractos suavemente antisépticos de la mascarilla, y ayudarán a tratar y reducir los brotes de acné, así como a calmar la inflamación existente. En pieles realmente grasas, con poros dilatados y brotes frecuentes se recomienda esta combinación del limpiador Regenerating Cleanser + Resurfacing Mask al menos 3 veces por semana durante 1 mes, y luego pasar a una vez por semana. Con el tiempo, la piel se equilibra y mejora. Esta mascarilla también se puede aplicar en zonas concretas del rostro, como en manchas o granos y dejar actuar toda la noche.

Resultados visibles, proceso visible. Esa es la promesa de Tata. La corona de flores de su logo es su sello de aprobación de que la botella verde que sostienes en las manos ha sido creada según estándares de la más alta calidad y frescura posible. Sin subcontratación. Sin atajos. Lo hacen todo ellos mismos. Con su propia gente. En su propia finca. La mayoría de sus envases están hechos de vidrio, el vidrio es altamente reciclable y se puede reutilizar una y otra vez. La resina plástica de sus tubos se deriva de la caña de azúcar, lo que significa que está hecha de un recurso renovable en lugar de plástico. Sus envases de cartón provienen de agricultura sostenible certificada o son de materiales 100% post-consumo o cartón reciclado. Utilizan tinta a base de soja para la impresión.