Limpiadoras y desmaquillantes
La limpieza facial es fundamental para todo tipo de pieles: grasa, normal, seca o sensible. Elimina el exceso de sebo, maquillaje, protector solar y células muertas, creando un lienzo perfecto para la absorción de productos.
Cuidar la barrera cutánea es esencial, ya que retiene la humedad y protege de agresiones externas. Limpiadoras inadecuadas pueden debilitar esta barrera, causando deshidratación o acné.
La doble limpieza es imprescindible: un aceite limpiador o bálsamo para eliminar impurezas, seguido de un limpiador sin jabón para retirar la suciedad soluble. Este paso optimiza la absorción de activos como el ácido hialurónico y salicílico.