Espejo de bolsillo concha plateada
Parece un capricho, pero acaba siendo imprescindible. Este espejito en forma de concha —en un plateado tornasolado que cambia con la luz— tiene algo de fantasía, algo de utilidad, y mucho de “me lo llevo siempre”. Cabe en cualquier neceser, en el bolsillo del abrigo o en el compartimento secreto del bolso.
En su interior, dos espejos de cristal (uno normal y otro con aumento) te salvan cuando necesitas un retoque rápido, comprobar que no llevas rúcula en los dientes o simplemente asegurarte de que todo sigue en su sitio.
POR QUÉ TE ENCANTARÁ
Porque no parece un accesorio funcional, pero lo es. Porque es bonito sin ser cursi. Y porque a veces, un espejo puede ser más que un espejo: un pequeño amuleto, un reflejo encantado o ese detalle que saca una sonrisa.
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